Era de noche, venían de disfrutar una cena romántica. Ya estaban recostados en la cama y ocurrió algo mágico: Se encontraron sus miradas, sus caras se sonrojaban, empezaron a temblar levemente y causalmente dijeron al mismo tiempo: "Me estoy CAGANDO". Fue un momento realmente hermoso, ambos corrieron a un baño distinto. Jamás pensé que algo así de romántico sucedería. Fin.
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